martes, 6 de diciembre de 2016

Preparación para el Cambio



Cuando estamos ante la expectativa de que algo bueno nos ocurra debemos recordar, como el agricultor que prepara el campo de cultivo, que lo que logremos será el resultado de la preparación que hagamos.

La preparación requerida es aquella que nos hace disponernos de una forma vigilante en todas las áreas de nuestra vida para no perder oportunidades.

La preparación vigilante abarca la idea de orden, disciplina, cambio de hábitos, nuevas maneras de hacer las cosas y esto incluye también nuestros pensamientos, emociones y acciones.

Un proverbio árabe resume esta idea con las siguientes palabras:

"Vigila tus pensamientos; se convierten en palabras. Vigila tus palabras; se convierten en acciones. Vigila tus acciones; se convierten en hábitos. Vigila tus hábitos; se convierten en carácter. Vigila tu carácter; se convierte en tu destino."

La preparación vigilante, usando la analogía del agricultor que prepara el campo de cultivo, consiste de seis acciones concretas que marcarán la diferencia entre obtener resultados que perduren o resultados que se consumen:

1.- Preparar el camino con surcos profundos (Profundizar)

Preparar el camino para que queden huellas profundas es la disposición en nuestro corazón de permitir ser transformados aún por la sola anticipación del encuentro con lo que esperamos.

Los surcos representan los ideales, los sueños, metas y aspiraciones que corren en la superficie de nuestro corazón.

La profundidad de los surcos determinará la profundidad de los anhelos.

2.- Enderezar las sendas con valor

Cuando vamos por el camino con miedo torcemos la realidad y aún nuestros pasos mismos se tuercen.

Enderezar las sendas con valor es desarrollar un corazón que ama y no uno que teme. Un corazón que ama no se tuerce por el miedo y lo bueno que esperamos en nuestra vida no debemos buscarlo por miedo o esperarlo con miedo.

3.- Rellenar los valles para que nazca el fruto

Los valles deben ser rellenados para que las semillas que sembremos no se pierdan en las hendiduras del terreno.

En un terreno con hendiduras, expuesto, no crece la semilla, lo que logre crecer no tendrá fuerza, no se producirán frutos.

Los frutos son importantes, estos reflejan nuestro carácter, nuestro compromiso, y nuestra entrega.

4.- Rebajar los montes y los collados con humildad.

Los montes y collados deben ser rebajados cuando hay cosas en nuestra vida que hemos levantado allí por orgullo.

El orgullo no permite la transformación. En todas nuestras acciones es necesario aprender la importancia de la humildad.

5.- Destorcer los caminos torcidos para que los árboles no se tuerzan y den fruto,  

En un camino torcido los árboles también se tuercen hasta inclinarse al suelo. Un árbol así solo puede ser cortado y el corte es en la raíz, porque ahí es donde está el problema de crecer torcidos: no hay raíces fuertes, hay debilidad, complacencia, falta de esfuerzo.

6.- Allanar las sendas para eliminar las asperezas en nosotros o en otros

La vida misma, con todo lo que ocurre a diario, nos presenta un contraste entre aquellas acciones ásperas que lastiman y las acciones llanas, lisas, que acarician o suavizan el corazón.

Ejercicio de Aplicación

Tome un área de su vida en la que desea realizar cambios. Puede ser un problema que quiere resolver, una decisión que debe tomar o situación que necesita enfrentar.
Tome cada una de las seis acciones presentadas en piense en formas específicas en que podría aplicar cada una de esas acciones al cambio que desea realizar.

Ejemplo:

Situación: Mejorar la comunicación con la pareja

Profundizar: Es crear surcos en el terreno, crear oportunidades para establecer vínculos que permitan la comunicación a través de temas, razones, motivos, eventos, circunstancias.

Enderezar: Es tener valor de corregir conductas, actitudes, tono de voz, o palabras usadas que tuercen la comunicación.

Rellenar: Es cubrir para proteger, es sensibilidad, aceptación, posponer, dejar a un lado lo que no es esencial.   

Rebajar: Es humildad, dejar atrás actitudes egoístas, pensar en el bienestar del otro.

Destorcer: Es corregir para producir, encontrar lo que limita el diálogo, superarlo, corregirlo.

Allanar: Es eliminar asperezas, crear oportunidades para la empatía, la comprensión, respeto, cariño, misericordia.

Estas seis acciones pueden ser fortalecidas a través de la conciencia que tengamos y la puesta en práctica de nuestras fortalezas de carácter.

Si desea más información sobre cómo utilizar las fortalezas del carácter para lograr cambios significativos en su vida visite: www.alexandermadrigal.com/fortalezasdelcaracter

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