Tal como escribió el famoso poeta inglés del siglo
XVII, John Donne, "ningún hombre es una isla", tampoco ninguna
fortaleza de tu carácter es una isla.
En un momento dado, estás expresando una combinación
única de fortalezas. Incluso cuando lees esto, lo más probable es que estés
ejercitando varias: un poco de autorregulación, una pizca de amor por aprender
y posiblemente otras, como la curiosidad y la esperanza.
Este es un concepto importante para tener en cuenta a medida
que revisas tu Perfil de Fortalezas de Carácter y exploras las formas en que
usas tus fortalezas a lo largo del día.
Christopher Peterson, científico principal en el campo
del estudio de las Fortalezas, dijo una vez: "El carácter es plural."
Las personas no son solo amables o justas, valientes o perdonadoras; y las
situaciones no solo requieren una fortaleza en particular.
Constantemente estás usando una constelación diferente
de fortalezas en varios niveles, a medida que pasas de una actividad o
interacción a la siguiente. ¿Te habías dado cuenta de este dinamismo tan
extraordinario?
Para conocer más acerca de lo que te convierte en una
persona extraordinaria, te sugerimos explorar el uso que haces de tus
fortalezas a través del siguiente ejercicio:
Ten a mano tu Perfil de Fortalezas o completa el
Inventario de Fortalezas para obtener tu reporte.
Elige una actividad en la que participes que tenga un
alto nivel de significado para ti (por ejemplo, dar una presentación de 2
horas, dirigir una reunión de trabajo importante, cenar con una amistad
mientras conversas sobre problemas de la vida). Califica cada una de las 24
fortalezas del 1 al 10 en términos del grado en que las expresaste al comienzo,
en el medio y al final de la actividad.
Mira lo que surge con respecto a la
cantidad de fortalezas utilizadas, los cambios en las puntuaciones y la
importancia del contexto.
¡Puedes realizar este ejercicio con casi cualquier
actividad que hagas durante el día! Piensa en la combinación de fortalezas de
carácter que utilizaste al levantarte de la cama cuando sonó el despertador
(autorregulación, entusiasmo), al elegir la ropa que ibas a ponerte (creatividad,
apreciación de la belleza y excelencia) o al luchar contra el tráfico para
llegar al trabajo (valentía, prudencia).
La clave es ver el uso de tus
fortalezas, no como algo ordinario, o cotidiano, sino como algo realmente extraordinario,
¡porque realmente lo es!
Hasta la próxima entrega,
Coach Alexander Madrigal
Coach Alexander Madrigal
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