Un profesor de una
prestigiosa universidad, muy respetado y temido por sus alumnos debido a su
gran dominio de los más diversos temas y su carácter autoritario, viajó una vez
a Japón a entrevistarse con un famoso sabio que vivía retirado en una modesta
casa de campo, dedicado al estudio y la escritura.
El profesor en
cuestión, estaba acostumbrado a tener la última palabra en todo y desechaba
frecuentemente las opiniones de los demás, a quienes intimidaba con su inmensa
erudición, su petulancia y su arrogancia.
En cuanto llegó a
la casa del sabio, el profesor empezó a hablar del tema que iba a ser tratado
en la visita. Hablaba sin parar, citando frases de famosos personajes a cada
momento, refiriéndose a los innumerables libros que había leído y a las muchas
conferencias que había dictado acerca de ese y otros tantos temas.
El sabio aprovecho
una pausa en el monologo del profesor para preguntarle si le apetecía una taza
de té este le dijo que si y continuó su perorata.
Mientras el
profesor hablaba, el sabio se dedicó a llenarle su taza.
Comenzó echando el
té poco a poco, primero hasta la mitad y luego hasta el borde de la taza, Pero
al llegar allí no se detuvo, sino que siguió echando té y más té, con toda la naturalidad
del mundo, hasta que el líquido desbordó también el plato, y, comenzó a manchar
el mantel, todo esto lo hacía sonriendo y escuchando al profesor, como si no
pasara nada.
El profesor no se dio cuenta al principio, pues estaba demasiado
entretenido escuchándose hablar a si mismo, pero en cuanto se percató, después
de un buen rato, quedó estupefacto.
-LA TAZA ESTA
LLENA!!!..YA NO LE CABE MAS!!- gritó
-Lo mismo te pasa a
ti- le dijo el sabio, con tranquilidad.
-Tú también estas
lleno de toda tu erudición, de todos los autores que citas, de todos los libros
que has leído, de tus propias opiniones y tus ideas acerca de todo... ¿Cómo vas
a poder escucharme o aprender algo de lo que yo puedo enseñarte, si antes no
vacías la taza?...
Impresionado por esta lección que le acababa de dar este
hombre, el profesor se propuso tener en cuenta, a partir de ese momento, la
sabiduría de sus contemporáneos.
Del
Cuento al Cambio©
- ¿Qué creencias limitantes tiene en relación a la palabra “humildad”? Note frases como “me temo que…”, “yo siempre…”, “yo nunca…”, “yo debería…”, “los demás deberían…”, “la vida debería…”, etc.
- ¿Son creencias recibidas de otras personas o son propias? ¿Cómo llegaron a usted?
- ¿Con qué frecuencia se encuentra repitiendo estas creencias o pensamientos?
- ¿Cómo le han estancado estas creencias en su vida personal, familiar o de pareja?
- ¿Qué le han costado esas creencias?
- ¿Con qué otras creencias más positivas, u opuestas a las que le limitan, puede reemplazar las que ahora tiene?
- ¿Cuáles áreas de su vida personal, de pareja o familiar podrían beneficiarse si incluye en ellas la humildad?
- ¿Además de la humildad, qué otras fortalezas de carácter puede utilizar para “vaciar la taza” y abrir espacio para nuevas opciones?
Para otras preguntas aleatorias le sugiero mi
generador de preguntas potenciadoras en http://preguntaspotenciadoras.blogspot.com/
Ahora que ha dado el primer paso en el Camino al Cambio©, el siguiente paso es ir del Cuento al Coaching©, ===> ¿se atreve?
Si conoce a alguien que pueda beneficiarse del Camino
al Cambio©, compártale este mensaje u obséquiele una de nuestras Tarjetas de Regalo.
Hasta
la próxima entrega,
Coach Alexander Madrigal
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