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miércoles, 14 de febrero de 2018

El Águila y el Halcón


Para quienes están en el Camino al Cambio y quieren aprender a amar sin temor a perder, les narró el Coach el siguiente cuento:


“Cuenta una vieja leyenda de los indios Sioux que, una vez, hasta la tienda del viejo brujo de la tribu llegaron, tomados de la mano, Toro Bravo, el más valiente y honorable de los jóvenes guerreros, y Nube Alta, la hija del cacique y una de las más hermosas mujeres de la tribu.

- Nos amamos -dijo el joven- y nos vamos a casar, pero nos queremos tanto que tenemos miedo de perdernos, así que queremos un conjuro, un hechizo, un talismán, algo que nos garantice que podremos estar juntos hasta el día de la muerte. ¿Hay algo que podamos hacer?

El viejo los miró y se emocionó de verlos tan jóvenes, tan enamorados, tan anhelantes esperando sus palabras.

- Hay algo… -dijo después de una larga pausa- pero es una tarea muy difícil y sacrificada.

- No importa, lo que sea -contestaron ambos.

- Bien -dijo el brujo: Nube Alta, ¿ves el monte al norte de nuestra aldea? Tienes que escalarlo tú sola, sin más armas que una red y tus manos, y el tercer día después de la luna deberás traer con vida al halcón más hermoso y vigoroso del monte. ¿Comprendiste?

Y tú, Toro Bravo, -siguió el brujo- deberás escalar la montaña del trueno y, cuando llegues a la cima, atrapar solamente con tus manos y la ayuda de una red a la más bravía de todas las águilas, y traerla viva y sin heridas también el tercer día después de la luna llena.

Ambos se miraron con ternura y salieron a cumplir con la misión encomendada, ella hacia el norte y él, hacia el sur.

El día establecido, los dos jóvenes esperaban con las aves frente a la tienda del brujo.

El viejo les pidió que las sacaran de las bolsas con mucho cuidado. Eran ejemplares verdaderamente hermosos.

- ¿Volaban alto? -preguntó.

- Sin duda, tal como nos pediste -dijo el joven- ¿Y ahora? ¿Las mataremos y beberemos el honor en su sangre?

- No -contestó el viejo.

- ¿Las cocinaremos y comeremos el valor en su carne?

- No -repitió el viejo. Haced lo que os digo: tomad las aves y atadlas entre sí por las patas con estas tiras de cuero. Cuando las hayáis anudado, soltadlas y que vuelen libres.

Los jóvenes hicieron lo que se les pedía y soltaron a las aves pero el águila y el halcón, aunque intentaban alzar el vuelo, solo conseguían revolcarse en el suelo. Y unos minutos más tarde, irritadas por la incapacidad, arremetieron a picotazos entre sí hasta lastimarse.

- Este es el conjuro -dijo el viejo-, jamás olvidéis lo que habéis visto. Vosotros sois como un águila y un halcón. Si os atáis el uno al otro, aunque sea por amor, no solo viviréis arrastrándoos sino que, además, tarde o temprano empezaréis a lastimaros uno al otro. Si queréis que el amor entre vosotros perdure, volad juntos, pero jamás atados.”

Del Cuento al Cambio©
  • ¿Cómo se manifiesta el temor a perder en su relación con los demás?
  • ¿De qué forma podría crear un norte y un sur para compartir con otros un camino sin interferir en la búsqueda personal de cada uno?
  • ¿Cuáles son las ataduras que se ha impuesto a usted o a otros al amar?
  • ¿Cuáles áreas de su vida personal, de pareja o familiar podrían beneficiarse si amara sin temor?
  • ¿Además del Amor, cuáles de sus otras fortalezas de carácter podría utilizar para “volar sin estar atado”, para “amar sin temor a perder?

Después de todo, como dijo Pablo Coelho, “Nadie pierde a nadie porque nadie posee a nadie. Y esta es la verdadera experiencia de la libertad: tener lo más importante del mundo sin poseerlo.”

Convierta el Amar sin Poseer en su meta personal y utilice el Generador de Preguntas Potenciadoras para alcanzarla. 

Ahora que ha dado el primer paso en el Camino al Cambio©, el siguiente paso es ir del Cuento al Coaching©, --> ¿se atreve? <--

Si conoce a alguien que pueda beneficiarse del Camino al Cambio©, compártale este mensaje u obséquiele una de nuestras  Tarjetas de Regalo.

Hasta la próxima entrega,

Coach Alexander Madrigal

martes, 16 de enero de 2018

El León Valiente

Para quienes están en el Camino al Cambio y quieren aprender a enfrentar con valor aquello que les detiene, les narró el Coach el siguiente cuento:


“En una lejana sabana africana, andaba perdido un león. Llevaba más de veinte días alejado de su territorio y la sed y el hambre lo devoraban. Por suerte, encontró un lago de aguas frescas y cristalinas. Raudo, corrió veloz a beber de ellas para así, paliar su sed y salvar su vida.

Al acercarse, vio su rostro reflejado en esas aguas calmadas.

– ¡Vaya! el lago pertenece a otro león – Pensó y aterrorizado, huyó sin llegar a beber.

La sed cada vez era mayor y él sabía que de no beber, moriría. A la mañana siguiente, armado de valor, se acercó de nuevo al lago. Igual que el día anterior, volvió a ver su rostro reflejado y de nuevo, presa del pánico, retrocedió sin beber.

Y así pasaron los días con el mismo resultado. Por fin, en uno de esos días comprendió que sería el último si no se enfrentaba a su rival. Tomó finalmente la decisión de beber agua del lago pasara lo que pasara. Se acercó con decisión al lago, nada le importaba ya. Metió la cabeza para beber … y su rival, el temido león ¡desapareció!”

Del Cuento al Cambio©
  • ¿Cuáles son los “rivales” que usted enfrenta?
  • ¿Cuántos de estos “rivales” son sus propios “reflejos en el lago”?
  • ¿Qué pasos puede dar para hacer desaparecer al  “temido león”?
  • ¿Qué áreas de su vida personal, de pareja o familiar podrían mejorar si enfrentara con valor los cambios?
  • ¿Además de la Valentía, cuáles de sus otras fortalezas de carácter podría utilizar para enfrentar sus temores?
  • Convierta en una meta personal el enfrentar con valor aquello que le detiene y utilice el Generador de Preguntas Potenciadoras para ayudarse a alcanzarla.
Ahora que ha dado el primer paso en el Camino al Cambio©, el siguiente paso es ir del Cuento al Coaching©, --> ¿se atreve? <--

Si conoce a alguien que pueda beneficiarse del Camino al Cambio©, compártale este mensaje u obséquiele una de nuestras  Tarjetas de Regalo.

Hasta la próxima entrega,
 
Coach Alexander Madrigal

lunes, 25 de agosto de 2014

La Palabra que puede dañar el cerebro de quien la pronuncia y de quien la escucha



Si tuvieras que ponerte en un escáner de fMRI — un enorme imán en forma de dona que puede tomar un video de los cambios neuronales en el cerebro — al presentarte la palabra "NO" por menos de un segundo, verías una repentina liberación de docenas de hormonas estresantes y neurotransmisores. Estos productos químicos interrumpen inmediatamente el funcionamiento normal del cerebro, alteran la lógica, la razón, el procesamiento del lenguaje y la comunicación.

De hecho, sólo ver una lista de palabras negativas durante unos pocos segundos hará que una persona que tenga altos niveles de ansiedad o de depresión se sienta peor. Entre más atención le des a estas palabras, más daño se producirá en las estructuras claves del cerebro que regulan la memoria, los sentimientos y las emociones. Estas palabras negativas podrían incluso interrumpir tu sueño, tu apetito y tu capacidad de experimentar satisfacción y felicidad a largo plazo.

Si vocalizas tu negatividad, o incluso si frunces ligeramente el ceño cuando dices "no", más químicos del estrés serán liberados, no sólo en tu cerebro, sino en el cerebro de tu oyente también. Tu oyente experimentará mayor ansiedad e irritabilidad, socavando así la cooperación y la confianza. El solo hecho de rodearte de personas negativas, hará que desarrolles mayores prejuicios hacia las demás personas.

Cualquier forma de preocupación negativa — por ejemplo, preocuparte por tu futuro financiero o por tu salud — estimulará la liberación de neuro químicos destructivos. Y lo mismo puede decirse para los niños: entre más pensamientos negativos tengan, mayor será la probabilidad de que experimenten agitación emocional. Sin embargo, si les enseñas a pensar positivamente, esto puede tener un impacto significativo en sus vidas.

El pensamiento negativo también se auto perpetúa, y cuanto más te involucres en el diálogo negativo — en casa o en el trabajo, más difícil resultará  detenerlo. Pero las palabras negativas, habladas con ira, hacen más daño aún. Envían mensajes de alarma a través del cerebro, interfiriendo con los centros de toma de decisiones en el lóbulo frontal, y esto aumenta la propensión de una persona a actuar irracionalmente.

Las palabras que provocan miedo — como pobreza, enfermedad y muerte — también estimulan el cerebro en una forma negativa. Y aunque estos pensamientos temerosos no sean reales, otras partes de su cerebro (como el tálamo y la amígdala) reaccionan a las fantasías negativas como si fueran amenazas reales que ocurren en el mundo exterior. Curiosamente, parecemos estar programados para preocuparnos — quizás un mecanismo de supervivencia ancestral, cuando las amenazas para nuestra supervivencia eran innumerables.

Para interrumpir esta propensión natural a preocuparse, se pueden tomar varias medidas. En primer lugar, hazte esta pregunta: "¿Es la situación realmente una amenaza para mi supervivencia personal?" Generalmente no lo es y cuanto más rápido se pueda interrumpir la reacción a una amenaza imaginaria en la amígdala cerebral, más rápido puedes tomar acción para resolver el problema. Asimismo, podrás disminuir la posibilidad de almacenar un recuerdo negativo permanentemente en tu cerebro.

Después de que hayas identificado el pensamiento negativo (que a menudo opera sólo por debajo del nivel de conciencia cotidiana), tu puedes replantearlo eligiendo centrarte en imágenes y palabras positivas. El resultado: disminuye la ansiedad y la depresión y el número de pensamientos negativos inconscientes declinan.

El poder del Sí
Cuando los médicos y los terapeutas le enseñan a los pacientes a centrarse en afirmaciones positivas para desactivar los pensamientos negativos y las preocupaciones, esto mejora el proceso de comunicación y el paciente recupera la confianza y el autocontrol. Pero hay un problema: el cerebro apenas responde a nuestros pensamientos y palabras positivas. Puesto que estas no son una amenaza para nuestra supervivencia, el cerebro no necesita responder tan rápidamente como lo hace con palabras y pensamientos negativos.

Para superar esta conexión natural a la negatividad, debemos repetidamente y conscientemente generar pensamientos positivos tanto como podamos. Barbara Fredrickson, una de los fundadoras de la psicología positiva, descubrió que tenemos que generar al menos tres pensamientos y sentimientos positivos por cada expresión de negatividad que tengamos. Si expresas menos de tres, las relaciones personales y empresariales están propensas a fallar. Este hallazgo se correlaciona con la investigación de Marcial Losada con equipos corporativos, y la investigación de John Gottman con las parejas matrimoniales.

Fredrickson, Losada y Gottman se dieron cuenta que si quieres que tu negocio y tus relaciones personales realmente florezcan, necesitarás generar por lo menos cinco mensajes positivos para cada enunciado negativo que haces (por ejemplo, "Estoy decepcionado" o "Es que no esperaba.." cuentan como expresiones de negatividad, así como fruncir el ceño o mover la cabeza en señal de negación).

No importa si tus pensamientos positivos son irracionales; aún así tienen la capacidad de mejorar tu sentido de bienestar, de felicidad y de satisfacción en la vida. De hecho, el pensamiento positivo puede ayudar a cualquier persona a desarrollar  una mejor y más optimista actitud hacia la vida.
Los pensamientos y las palabras positivas impulsan los centros motivacionales del cerebro a la acción y nos ayudan a construir resiliencia cuando nos enfrentamos a los problemas de la vida.  Según Sonja Lyubomirsky, una de las investigadoras principales en el campo de la felicidad, si quieres desarrollar una satisfacción permanente, debes regularmente tener un pensamiento positivo sobre ti mismo, compartir tus eventos más felices con los demás y saborear cada experiencia positiva en tu vida.

Nuestro consejo: elige sabiamente tus palabras y pronúncialas lentamente. Esto permitirá interrumpir la tendencia del cerebro a ser negativo, y como la investigación reciente ha demostrado, la mera repetición de palabras positivas como amor, paz y compasión activará los genes específicos que reducen el estrés físico y emocional. Te sentirás mejor, vivirás más tiempo y construirás relaciones más profundas y más confiadas con los demás — en casa y en el trabajo.

Como señalan Fredrickson y Losada, cuando generas un mínimo de cinco pensamientos positivos por cada pensamiento negativo, experimentarás "un rango óptimo de funcionamiento humano". Este es el poder del SI.

Traducción realizada por Alexander Madrigal de un artículo publicado el 31 de Julio del 2012 por  Mark Waldman y Andrew Newberg, M.D. en Words Can Change Your Brain

viernes, 31 de enero de 2014

Una pregunta sobre el cambio

En una ocasión un joven adinerado se acercó a Jesús el Nazareno y le preguntó: ¿qué haré para heredar la vida eterna? Aplicada a nuestros días esa pregunta se podría formular de la siguiente manera: ¿cómo puedo cambiar? ¿Cómo puedo ser una mejor persona en todo lo que hago? La pregunta del joven rico, aunque era una pregunta sincera, era incompleta pues no tomaba en cuenta que la vida eterna tiene que ver más con lo que somos que con lo que hacemos. Esta es la razón por la cual las Escrituras nos enseñan que “la salvación no es por obras, para que nadie se gloríe”. Jesús le ofrece al joven una respuesta en tres niveles.
La primera parte de la respuesta de Jesús fue: Los mandamientos sabes…”. Esta respuesta era como una especie de sondeo de la condición espiritual de su interlocutor. Podríamos decir que era una forma de hacerlo consciente para prepararlo para el cambio. Todo cambio se produce cuando podemos pasar de la inconsciencia a la conciencia. Para que el cambio sea total necesitamos aprender a conquistar tres niveles. Estos son: 1) el hacer, 2) el pensar y 3) el sentir. Los mandamientos que Jesús le recuerda al joven rico apelaban al primer nivel: el de las acciones. Muchas personas se quedan en este nivel y no logran el cambio total, la herencia de la vida eterna, porque no están dispuestos a seguir creciendo.
Jesús le lanza entonces a su oyente el desafío de trascender el área del hacer y avanzar a la conquista de los pensamientos. Le dice entonces: “Aún te falta una cosa: vende todo que lo que tienes…”. Realizar este cambio de prioridades requeriría de un cambio completo en la manera de pensar. Nuestra manera de actuar puede ser correcta porque comprendemos que si no hacemos el bien tendríamos que sufrir las consecuencias. Muchas veces nuestras buenas acciones están motivadas por el temor. Pero esto puede producirnos un conflicto interno mayor pues resultamos haciendo algo y pensando algo totalmente opuesto. Tratar de cambiar nuestra manera de pensar es lo que más temor produce porque tenemos la tendencia a identificarnos con lo que hacemos o con lo que tenemos. Tomar conciencia de nuestros pensamientos es poder entender que somos más de lo que vemos. Debemos aprender a encontrarnos dentro de nosotros mismos para poder crecer y estar listos para heredar la bendiciones mayores de la vida. En esta tarea de auto-reconocimiento nos vamos a encontrar con muchas cosas de nosotros que quizá no nos gustarán pero que debemos enfrentar aunque nuestros sentimientos se vean alterados.
El joven rico tuvo esta oportunidad en la última parte de la respuesta de Jesús: “…dalo a los pobres y tendrás tesoro en el cielo.”Cuando el joven tomó consciencia de sus pensamientos vio la realidad de su vida y esto le asustó. El relato bíblico concluye diciendo que “…él, oyendo esto, se fue muy triste, porque era muy rico”. La persona que no puede ver su propia condición no puede ver tampoco las necesidades de los demás. Hasta este momento del encuentro entre Jesús y el buscador de la vida eterna, no había ningún problema en el hecho de que el joven sintiera tristeza. Sus sentimientos se alteraron al considerar lo que iba a perder, la renuncia que tenía que hacer de aquello con lo cual se había identificado, el abandono de sus posesiones.
Tuvo que ser confrontado también con su avaricia, su egoísmo y su falta de misericordia. Este es parte del proceso necesario para el cambio. Pero el problema real empezó cuando el joven se fue de la presencia de Jesús. Este acto significó el abandono de la consciencia y por lo tanto, la falta de cambio. La actitud correcta hubiera sido quedarse ante el Maestro y decirle cómo se sentía y pedirle que le mostrara la manera de poder conquistar sus sentimientos y sus emociones para lograr el control total de su vida.
El joven rico se acerco a Jesús con una pregunta y un deseo. El Maestro le dio una respuesta y la forma de alcanzar ese deseo. Pero el joven rico decidió continuar en la ignorancia y la inconsciencia, en la oscuridad. Aprendamos a llevar esta oportunidad de cambio a nuestras acciones, a nuestros pensamientos y a nuestros sentimientos y recibamos las bendiciones que esto produce en nosotros aquí y ahora.

Junto contigo en el camino,
Coach Alex