Así como el Peregrino de Compostela, personaje de la obra de Paulo Coelho, hemos ido por el camino de la vida buscando algo que parece estar escondido y que nos resulta sumamente difícil encontrar.
Para el peregrino, su búsqueda consistía de una espada. En este camino, el personaje tuvo que enfrentar sus propios temores, sus demonios como él los llamaba, y al peor de los enemigos: él mismo.
Al final del camino el peregrino reconoce que lo que buscaba ya lo llevaba consigo.
Muchas veces buscamos algo en la vida y no lo encontramos porque estamos más centrados en el objeto de nuestra búsqueda que en la utilidad de lo que buscamos.
Cuando aprendamos a darle un servicio a todo lo que anhelamos lo encontraremos más rápido en el camino de la vida.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario