Así como el Peregrino de Compostela, personaje de la obra de Paulo Coelho, hemos ido por el camino de la vida buscando algo que parece estar escondido y que nos resulta sumamente difícil encontrar.
Para el peregrino, su búsqueda consistía de una espada. En este camino, el personaje tuvo que enfrentar sus propios temores, sus demonios como él los llamaba, y al peor de los enemigos: él mismo.
Al final del camino el peregrino reconoce que lo que buscaba ya lo llevaba consigo.
Muchas veces buscamos algo en la vida y no lo encontramos porque estamos más centrados en el objeto de nuestra búsqueda que en la utilidad de lo que buscamos.
Cuando aprendamos a darle un servicio a todo lo que anhelamos lo encontraremos más rápido en el camino de la vida.
Herramientas psicoeducativas y recursos para el desarrollo personal, familiar y de pareja.
viernes, 7 de febrero de 2014
domingo, 2 de febrero de 2014
Vence los Obstáculos
“Hace mucho tiempo, un rey colocó una gran roca obstaculizando el camino. Luego se escondió para ver si alguien quitaba la tremenda roca. Algunos de los comerciantes más adinerados del reino y varios cortesanos pasaron por el camino y simplemente le dieron una vuelta; muchos culparon al rey ruidosamente de no mantener los caminos despejados, pero ninguno hizo algo para sacar la piedra grande del camino. Entonces llegó un campesino que llevaba una carga de verduras. Al aproximarse a la roca, puso su carga en el piso y trató de mover la roca a un lado del camino. Después de empujar y fatigarse mucho, pudo lograrlo. Mientras recogía su carga de vegetales, notó una cartera en el piso, justo donde había estado la roca. La cartera contenía muchas monedas de oro y una nota del mismo rey indicando que el oro era para la persona que removiera la piedra del camino. El campesino sabía lo que los otros nunca entendieron: “Cada obstáculo presenta una oportunidad para mejorar tu condición”.
¿Cómo demostró el campesino de la historia anterior que poseía esta convicción para vencer los obstáculos?
Primeramente, mientras que los demás rodearon el problema el lo confrontó. Su convicción le permitió no ver el obstáculo como algo infranqueable. ¿Por qué será que algunas personas prefieren no esforzarse?
Segundo, mientras que los demás culpaban al rey de no mantener los caminos despejados el campesino limpió el camino. Su convicción le permitió salirse de su círculo de comodidad y pensar en los demás. ¿Qué recompensas encontramos cuando movemos rocas que obstaculizan el camino de los demás?
Tercero, una carga de verduras no pesa lo mismo que una roca en el camino. La convicción del campesino le permitió exceder sus capacidades; pues aunque empujó y se fatigó mucho, logró moverla.
Cuarto, aunque el campesino no sabía lo que encontraría debajo de la roca, su convicción le permitió integrarse con las fuerzas de bendición que operan para nuestro bien. Debajo de todo obstáculo siempre habrá algo bueno que podemos aprender y de lo que nos podremos beneficiar. Las monedas de oro que encontró el campesino nos indican que siempre habrá algo tan valioso que podremos enriquecernos con los hallazgos: transformación personal, desarrollo, cambio, renovación, progreso y muchas "monedas" más.
El rey, a través de su acción, le dio un mensaje a su pueblo. No estoy seguro si todos en la comarca aprendieron lo mismo pero al menos el campesino entendió que cada obstáculo presenta una oportunidad para mejorar la condición de vida si se actúa en vez de quejarse; que si alguna vez alguien cae debe levantarse y seguir adelante; que los obstáculos no deben nunca vencer a nadie y que se debe mirar más allá de las limitaciones y sacarles provecho para mejorar la vida.
Para nosotros, ¿cuál es el mensaje que se esconde debajo de los obstáculos de la vida? Si no movemos las piedras nunca podremos saberlo.
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