viernes, 31 de enero de 2014

Una pregunta sobre el cambio

En una ocasión un joven adinerado se acercó a Jesús el Nazareno y le preguntó: ¿qué haré para heredar la vida eterna? Aplicada a nuestros días esa pregunta se podría formular de la siguiente manera: ¿cómo puedo cambiar? ¿Cómo puedo ser una mejor persona en todo lo que hago? La pregunta del joven rico, aunque era una pregunta sincera, era incompleta pues no tomaba en cuenta que la vida eterna tiene que ver más con lo que somos que con lo que hacemos. Esta es la razón por la cual las Escrituras nos enseñan que “la salvación no es por obras, para que nadie se gloríe”. Jesús le ofrece al joven una respuesta en tres niveles.
La primera parte de la respuesta de Jesús fue: Los mandamientos sabes…”. Esta respuesta era como una especie de sondeo de la condición espiritual de su interlocutor. Podríamos decir que era una forma de hacerlo consciente para prepararlo para el cambio. Todo cambio se produce cuando podemos pasar de la inconsciencia a la conciencia. Para que el cambio sea total necesitamos aprender a conquistar tres niveles. Estos son: 1) el hacer, 2) el pensar y 3) el sentir. Los mandamientos que Jesús le recuerda al joven rico apelaban al primer nivel: el de las acciones. Muchas personas se quedan en este nivel y no logran el cambio total, la herencia de la vida eterna, porque no están dispuestos a seguir creciendo.
Jesús le lanza entonces a su oyente el desafío de trascender el área del hacer y avanzar a la conquista de los pensamientos. Le dice entonces: “Aún te falta una cosa: vende todo que lo que tienes…”. Realizar este cambio de prioridades requeriría de un cambio completo en la manera de pensar. Nuestra manera de actuar puede ser correcta porque comprendemos que si no hacemos el bien tendríamos que sufrir las consecuencias. Muchas veces nuestras buenas acciones están motivadas por el temor. Pero esto puede producirnos un conflicto interno mayor pues resultamos haciendo algo y pensando algo totalmente opuesto. Tratar de cambiar nuestra manera de pensar es lo que más temor produce porque tenemos la tendencia a identificarnos con lo que hacemos o con lo que tenemos. Tomar conciencia de nuestros pensamientos es poder entender que somos más de lo que vemos. Debemos aprender a encontrarnos dentro de nosotros mismos para poder crecer y estar listos para heredar la bendiciones mayores de la vida. En esta tarea de auto-reconocimiento nos vamos a encontrar con muchas cosas de nosotros que quizá no nos gustarán pero que debemos enfrentar aunque nuestros sentimientos se vean alterados.
El joven rico tuvo esta oportunidad en la última parte de la respuesta de Jesús: “…dalo a los pobres y tendrás tesoro en el cielo.”Cuando el joven tomó consciencia de sus pensamientos vio la realidad de su vida y esto le asustó. El relato bíblico concluye diciendo que “…él, oyendo esto, se fue muy triste, porque era muy rico”. La persona que no puede ver su propia condición no puede ver tampoco las necesidades de los demás. Hasta este momento del encuentro entre Jesús y el buscador de la vida eterna, no había ningún problema en el hecho de que el joven sintiera tristeza. Sus sentimientos se alteraron al considerar lo que iba a perder, la renuncia que tenía que hacer de aquello con lo cual se había identificado, el abandono de sus posesiones.
Tuvo que ser confrontado también con su avaricia, su egoísmo y su falta de misericordia. Este es parte del proceso necesario para el cambio. Pero el problema real empezó cuando el joven se fue de la presencia de Jesús. Este acto significó el abandono de la consciencia y por lo tanto, la falta de cambio. La actitud correcta hubiera sido quedarse ante el Maestro y decirle cómo se sentía y pedirle que le mostrara la manera de poder conquistar sus sentimientos y sus emociones para lograr el control total de su vida.
El joven rico se acerco a Jesús con una pregunta y un deseo. El Maestro le dio una respuesta y la forma de alcanzar ese deseo. Pero el joven rico decidió continuar en la ignorancia y la inconsciencia, en la oscuridad. Aprendamos a llevar esta oportunidad de cambio a nuestras acciones, a nuestros pensamientos y a nuestros sentimientos y recibamos las bendiciones que esto produce en nosotros aquí y ahora.

Junto contigo en el camino,
Coach Alex

martes, 28 de enero de 2014

Programa de Coaching para el Manejo del Enojo


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Programa de Coaching Para Parejas Divorciadas Con Hijos


A través de este programa usted aprenderá a:

  • Proteger a sus hijos del conflicto de divorcio
  • Manejar su enojo
  • Negociar de manera pacífica con su ex-pareja
  • Establecer una relación positiva y duradera como "co-padres"



Esto es lo que usted aprenderá:

1ra Sesión:

Comprometerme a Cuidar (Enfocados en los Hijos o Fuera de Enfoque)

2da Sesión:
Permitirle A Mi Hijo/a  Amar a Ambos Padres (Un Plan para la Paz o Sentir la Tensión)

3ra Sesión:
Cambiar Mi Papel A Largo Plazo (Desenlazarte o Enlazarte)

4ta Sesión:
Escoger Mi Senda Personal (Mejorándolo o Amargándome)

5ta Sesión:
Manejar Mi Propio Enojo (Ni Pelees Ni Te Ausentes)

6ta Sesión:
Tomar el Control Del Conflicto (Apagar o Avivar el Fuego)

7ta Sesión:
Negociar Los Acuerdos (Todos Ganamos o el Ganador Se Lo Lleva Todo)

8ta Sesión:
El Ser Co-Padres Es Para Siempre (La Cooperación o el Conflicto)

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¡No es Justo!

¿Cuántas veces hemos escuchado esta frase en labios de las personas alrededor de nosotros? Es la frase preferida de los niños cuando el tamaño del pastel o la cantidad de helado que reciben es más pequeña que la que reciben otros. Y para complicar más la situación los padres le refuerzan la creencia de que la vida debería ser justa cuando le arreglan la porción tomando un poquito de los demás para que se sienta bien.
La actitud correcta debiera ser que los padres respondan: “Es cierto, la vida no es justa, nunca lo va a ser, así que sigamos adelante y disfrutemos lo que tenemos”. Un día, el niño que se queja del pequeño pedazo de pastel que recibe tendrá que enfrentar situaciones aparentemente injustas en su vida y ¿qué bases tendrá para resolverlas victoriosamente?
De adultos la queja del niño, de que no es justo recibir un pedazo pequeño de pastel o menos helado que otros, se transfiere a otras áreas. Las frases ahora son “no es justo que mi pareja me sea infiel”, “no es justo que todas mis amigas estén embarazadas y yo no pueda tener un bebé”, “no es justo que todas mis amistades tengan dinero y yo siga en la pobreza”. Entonces el corazón se llena de odio, de rencor, de envidia, de preocupaciones, de ansiedad, de temores y muchos otros males.
Lo que realmente importa no es determinar cuán justo o injusto es algo si no entender que todo ser humano necesita diferentes lecciones para crecer en amor y en plenitud de vida. La persona que "nace con una estrella" y que lo tiene todo, tiene que aprender diferentes lecciones de la persona que ha nacido en la pobreza y que requiere encontrar su salida. Sin embargo, para muchas personas es más fácil decir “Esto no es justo” que enfrentar los desafíos de la vida con una actitud valiente que incluya compasión por nosotros y por los otros y la disposición de aprender las lecciones de la vida.
La próxima vez que se oiga a sí mismo(a) decir “Esto no es justo” haga un alto y ponga atención a lo que esta frase está impidiendo que usted sienta. ¿Está tratando de evitar sentir compasión por usted o por otra persona? ¿Está tratando de evitar enfrentar la realidad de la vida? ¿Siente dolor, tristeza, rabia o desánimo y la frase “no es justo” le ayuda a evitar experimentar esos sentimientos?
Se requiere de mucha valentía para transitar la senda de la vida que nos lleva al desarrollo del amor por nosotros y por las demás personas. Aceptar que no siempre todo es justo es parte de esta senda.
Junto contigo en el camino,
Coach Alex

Así como te trates te tratarán los demás

¿Qué hacer cuando tu pareja no te ama por quien tú eres? ¿Cómo aceptar una relación en la que no sientes que se te aprecia, o en la que piensas que es tú culpa lo que está sucediendo? ¿Cómo puedes cambiar una relación así? ¿Cómo puedes mejorarla?
Hay dos maneras de responder a estas preguntas.
Primeramente explora dentro de ti.
¿Sientes aprecio por tu propia persona? Si te juzgas y te dices que es tu culpa lo que está sucediendo en tu vida, eso suena como que no te aprecias. Frecuentemente los demás nos tratan de la misma manera en que nos tratamos. ¿Te aprecias? ¿Te amas? ¿Te valoras? Este es el tipo de preguntas que debes formularte.
Imagínate por un momento que tu ser interno que siente, es como un niño o niña. Ese niño o niña interno, ¿siente que le amas, que le valoras, que le aprecias? Este debe ser tu punto de partida.
Si te amas y te valoras (en lugar de juzgarte y esperar que tu pareja te haga sentir apreciado a apreciada) pero tu pareja no te aprecia, necesitas aceptar el hecho de que tu pareja es una persona poco apreciativa. Sin embargo, la actitud de muchas personas es diferente. De la forma en que hablan es como si se abandonaran a sí mismas por no valorarse ni apreciarse, lo cual les lleva a exigir a sus parejas que les den lo que ellas mismas no pueden darse. Talvez tu pareja está mostrando algún tipo de resistencia al hecho de que le estás haciendo responsable de lo que estás sintiendo acerca de tu propia persona.
Una manera de mejorar las relaciones con tu pareja es enfocarse en el cambio propio. Tienes que aceptar el hecho de que no tienes control por lo que tu pareja decide ser, pero si tienes control total sobre lo que tú escoges ser. Es muy posible que tu relación mejore si asumes el 100% de responsabilidad en tus propios sentimientos.
Esto significa que cuando te empieces a sentir despreciado o despreciada, debes ir dentro de ti y ver si te estás abandonando a ti mismo(a). ¿Estás ignorando tus sentimientos? ¿Te estás juzgando a ti misma(o)? ¿Estás adormeciendo tus sentimientos con algún tipo de adicción? ¿Estás obligando a tu pareja a que se haga responsable de tus propios sentimientos?
En segundo lugar, explora el asunto con tu pareja
Por supuesto que nos gusta sentirnos apreciados. Nos ponemos tristes cuando eso no ocurre. Si has aprendido a amarte y apreciarte verdaderamente, entonces debes enfrentar el asunto con tu pareja pero siempre partiendo de la idea de aprender no de imponer. Puedes iniciar la plática de esta manera: “Me parece que no me aprecias. ¿Hay algo en ti o entre nosotros que te dificulte apreciarme?
Talvez tu pareja sienta que sí te aprecia pero que ere tú quien tiene dificultad en aceptar el aprecio. Quizá tu pareja se resiste a alguna forma de conducta controladora en ti de la cual no te has dado cuenta. Es posible también que tu pareja no se aprecie a si mismo(a). Si este es el caso, él o ella no podrá apreciarte a ti.
Establecer un diálogo con tu pareja puede conducir a un nuevo despertar de conciencia para ambos, si es que tanto tú como tu pareja están dispuestos a aprender acerca de ustedes mismos. La intimidad es el resultado de poder hablar de estos asuntos con gentileza y amor hacia ustedes mismos.
Si tu pareja se cierra y se vuelve defensiva, entonces necesitas enfrentar este asunto desde dentro de ti. No puedes obligar a una persona a que se abra o aprenda contigo si no está dispuesta a hacerlo. Puede resultar muy dificil dejar de preocuparse de que tu pareja no te vea ni te valore, pero puesto que no tienes control sobre esto, puedes enfocarte en verte y valorarte a ti misma(o). Haciendo esto podrás traer el gozo nuevamente a tu vida y quizá puedas lograr que tu relación mejore.
Junto contigo en el camino,
Coach Alex

lunes, 27 de enero de 2014

Visión de Ojo de Cerradura o de Puerta Abierta

Si la felicidad, el éxito o el cambio de vida dependieran de tener que elegir entre mirar a través del ojo de una cerradura, lo que proporcionaría apenas una verdad a medias de lo que se quiere lograr, o mirar a través de una puerta abierta, lo que implicaría tener una visión completa, ¿cuál escogerías?
En el libro “Alicia en el País de las Maravillas” de Lewis Carroll, el autor nos narra que Alicia, después de recuperarse de la caída por el pozo profundo,  trataba de encontrar una salida y se encontró con una puerta “que daba a un estrecho pasadizo, no más ancho que una ratonera. Se arrodilló y al otro lado del pasadizo vio el jardín más maravilloso que podáis imaginar. ¡Qué ganas tenía de salir de aquella oscura sala y de pasear entre aquellos macizos de flores multicolores y aquellas frescas fuentes! […] ¡Pobre Alicia! Lo máximo que podía hacer era echarse de lado en el suelo y mirar el jardín con un solo ojo; entrar en él era ahora más difícil que nunca. Se sentó en el suelo y volvió a llorar “
En términos del desarrollo personal, la acción de mirar a través del ojo de una cerradura nos habla de esas limitaciones autoimpuestas que solo nos permiten tener una visión a medias sin poder apreciar completamente lo que se encuentra al otro lado.
Si bien es cierto que la visión de ojo de cerradura podría implicar también la búsqueda de la verdad (Alétheia = Alicia= Verdad), de la realidad, de lo auténticamente vital y necesario, también es cierto que una búsqueda con limitaciones autoimpuestas no lleva a ninguna parte.
La persona que se ha acostumbrado a mirar a través de la cerradura, que es símbolo de la visión limitada de la vida o limitación del potencial propio, ha realizado una acción o ha tenido un pensamiento, una idea o una creencia o ha mantenido una actitud que le han llevado allí.
Para lograr salirse de la visión de ojo de cerradura  y llegar al “jardín multicolor con fuentes frescas”, hay que desarrollar una visión de puerta abierta. Es esa visión amplia, sin limitaciones, que también requiere de nuevas acciones, nuevos pensamientos, nuevas creencias y nuevas actitudes que vayan más allá de sentarse en el suelo y ponerse a llorar, como lo hizo Alicia en el pozo.
Si una persona se conforma únicamente con el deseo de salir de la oscuridad de las dudas o añorar lo que está al otro lado de la puerta de las oportunidades  no logrará nada si ese deseo no está acompañado de acciones concretas y creencias potenciadoras que le permitan llegar allí.
El Coaching para el Desarrollo Personal es una opción disponible actualmente para ayudar a las personas a desarrollar esas acciones concretas y creencias potenciadoras, a cambiar los viejos esquemas y a adquirir nuevas habilidades para una vida más productiva y satisfactoria.
Contáctanos hoy mismo para recibir más información acerca de nuestro Programa para el Desarrollo Personal y  la oportunidad de adquirir una visión de puerta abierta.

Junto contigo en el camino,
Coach Alex

¡Gané otra vez!

¿Has sentido en algunos momentos como que todo, o casi todo, en tu vida son pérdidas y que no logras lo que quieres?
 De mi caja de herramientas te ofrezco el siguiente ejercicio para ayudarte a que te des cuenta de que en muchas otras cosas estás ganando y que la vida es mejor cada día.
 Siempre que te pase algo bueno: un semáforo en verde, un espacio en el estacionamiento, un golpe de suerte, algo bonito que veas, o cualquier otra cosa que te haga sentir bien, sonríe  y en voz alta di: ¡GANÉ OTRA VEZ! (para ti y para las personas que estén a tu alrededor y que te están escuchando)
 Es mejor aún si escribes todas estas cosas buenas que te ocurren día a día y cuando sientas que la vida no va como quieres léelas una y otra vez.
 De esta forma aprenderás a apreciar todo lo bueno que la vida tiene para darte y desarrollarás hábitos que te lleven a tu desarrollo personal.
Junto contigo en el camino,
Coach Alex

¿Qué refleja tu autorretrato?

Dorian Gray, el personaje principal en la novela de Oscar Wilde titulada “El Retrato de Dorian Gray”, se presenta como un hombre que   no  estaba dispuesto a aceptar la realidad del cambio inevitable que todos tenemos que enfrentar en la vida.
En su afán de mantenerse siempre joven, Dorian le pide a un pintor que le haga un retrato que envejezca por él. Así, mientras que Dorian mantiene la edad de cuando el retrato fue pintado, la imagen del cuadro cambia con cada acción y con cada año que transcurre en la vida del personaje. Cuando Dorian toma conciencia de su inflexibilidad ante el cambio reacciona destruyendo el retrato pero en este acto acaba con su propia vida también.
La flexibilidad, que es la capacidad de ajustarse a los cambios, es una señal inequívoca de madurez emocional y es un elemento necesario para nuestro crecimiento y desarrollo personal.
Cuando nos negamos a aceptar que el cambio es parte de la vida, sea por miedo, incertidumbre o inseguridad, perdemos oportunidades invaluables e irrepetibles.
El cambio siempre asusta porque nos obliga a salir de la zona de seguridad, que es ese lugar de refugio, el espacio de confort que mantiene todo en orden, pero que nos encierra en una burbuja de inactividad.
Para poder manejar la falta de armonía que produce en los pensamientos la inacción ante lo que es que es provechoso, la persona se justifica con un lenguaje interno en frases como: “es mejor viejo conocido que nuevo por conocer”, “el que nació para maseta del corredor no pasa”, “unos nacen con estrella y otros nacen estrellados”, “no puedo cambiar”, “nunca voy a salir de donde estoy”, “estoy bien así”, “otros están peor que yo”.
Estas frases y la inacción que las acompaña,  pueden funcionar por cierto tiempo porque la persona piensa que su  imagen externa se mantiene sin cambio aparente, pero el resultado real se verá en su “retrato”, en su verdadera esencia, en el ser interior, el cual reflejará la verdadera condición en que se encuentra.
Una forma de hacer que el retrato refleje lo verdadero es empezar un trabajo de búsqueda, de aceptación, de compromiso con el cambio. Un trabajo que te lleve a un encuentro sincero con aquello que está y que no está funcionando en tu vida  y a un deseo profundo de cambiar o mejorar acompañado de la acción correspondiente.
Te sugiero el siguiente ejercicio de autodescubrimiento para iniciar este trabajo de búsqueda y al completarlo espero que coseches los frutos que esta clase de actividad proporciona a quien la realiza con deseos de aprender y superarse.
Junto contigo en el camino,
Coach Alex

¿Cuál palabra te abraza?

Dejarse abrazar por las palabras es una acción de búsqueda y desarrollo que te permite entrar en contacto con tus propias emociones.
Cuando te encuentres repitiendo en voz alta o en tu mente ciertas palabras de una forma continua o cuando te cautive una palabra específica en una frase que aprendiste, leíste o escuchaste recientemente, debes permitir que esa palabra te abrace.
Cesar Lozano le llama a esta clase de palabras “Frases Matonas”, por el impacto fuerte que producen en quien las pronuncia, las reflexiona y las practica.
Escoge una de esas palabras y escribe acerca de ella. Una vez que tienes la palabra puedes usar la técnica de asociación de palabras como un ejercicio para explorar lo que esa palabra produce en tus emociones.
Después entra en contacto con esa palabra en un nivel más profundo. Explórala, pregúntate que significa para ti, por qué la usas, qué refleja de lo que eres o de lo que haces, qué cualidad personal te manifiesta, qué obstáculo (desafío, proyecto) te descubre, qué recurso te declara, a qué motivación te lleva y cuál acción te impulsa a realizar.
Te sugiero un ejemplo y un molde o plantilla que te pueden ser muy útiles para obtener el mayor provecho de este ejercicio.
Junto contigo en el camino,
Coach Alex

El camino de la gratitud

La temporada de inicio de año es para muchas personas una fuente de estrés y de ansiedad o aún de tristeza o depresión.
Como recomendación inicial, la próxima vez que se sienta con estrés o tensión, tómese unos minutos para relajarse.
• Realice tres respiraciones profundas (como si estuviera oliendo una dulce fragancia) desde el estómago.
• Dese cuenta de lo bien que se siente después de hacer esto y repita cuantas veces quiera.
Otra recomendación que usted puede practicar de una forma regular es empezar a transitar el camino de la gratitud.
El primer paso en este camino es salirse del conformismo, pues si no se tiene la disposición de dar un paso más allá de lo establecido, de lo convencional, será imposible recibir las oportunidades que faciliten la gratitud. El conformarse a lo convencional, a las rutinas o a lo habitual ahoga la gratitud porque cierra puertas, corta alas y ahoga posibilidades.
El segundo paso en el camino de la gratitud es tener la valentía de alzar su voz, esto es, hacer proclamaciones sinceras desde su interior que reflejen su gratitud.  Cuente los motivos que tiene para estar feliz,  para estar en paz, para disfrutar de la vida. Hágalo en voz alta, proclámelo a viva voz, para que se convenza usted y convenza a quienes le escuchan. La oportunidad para ser agradecidos se nos da a todos pero son nuestros propios esquemas, limitaciones, temores, o creencias erróneas lo que impide que la gratitud se manifieste.
El tercer paso en el camino de la gratitud es la humildad.  Esto significa reconocer que de alguna forma todas las cosas buenas que vienen a nuestra vida son el resultado del amor que nos rodea y que nadie ni nada están en la obligación de prodigarlas. Así se puede aprender a apreciar todo lo que recibimos de los demás, de la vida, de Dios, y podemos mostrar nuestra gratitud de una manera sincera, profunda y sencilla.
Estos tres pasos son solo el inicio del camino,  los siguientes pasos son los que usted dé cada día para que esto se convierta en una realidad.
Junto contigo en el camino,
Coach Alex

Espera siempre lo mejor de los demás

A continuación una historia que nos recuerda la necesidad de esperar siempre lo mejor de los demás.
“Su nombre era Mrs. Thompson.  Mientras estuvo al frente de su clase de quinto grado, el primer día de clase lo iniciaba diciendo a los niños una mentira. Como la mayor parte de los profesores, ella miraba a sus alumnos y les decía que a todos los quería por igual.  Pero eso no era posible, porque ahí en la primera fila, desparramado sobre su asiento, estaba un niño llamado Teddy Stoddard.  Mrs. Thompson había observado a Teddy desde el año anterior y había notado que él no jugaba muy bien con otros niños, su ropa estaba muy descuidada y constantemente necesitaba darse un buen baño.  Teddy comenzaba a ser un tanto desagradable.
Llegó el momento en que Mrs. Thompson disfrutaba al marcar los trabajos de Teddy con un plumón rojo haciendo una gran X y colocando un cero muy llamativo en la parte superior de sus tareas.  En la escuela donde Mrs. Thompson enseñaba, le era requerido revisar el historial de cada niño, ella dejo el expediente de Teddy para el final. Cuando ella revisó su expediente, se llevo una gran sorpresa.
La profesora de primer grado escribió:  “Teddy es un niño muy  brillante con una sonrisa sin igual.  Hace su trabajo de una manera limpia y tiene muy buenos modales… es un placer tenerlo cerca”.
Su profesora de segundo grado escribió:  “Teddy es un excelente estudiante, se lleva muy bien con sus compañeros, pero se nota preocupado porque su madre tiene una enfermedad incurable y el ambiente en su casa debe ser muy difícil”.
La profesora de tercer grado escribió:  “Su madre ha muerto, ha sido muy duro para él. El trata de hacer su mejor esfuerzo, pero su padre no muestra mucho interés y el ambiente en su casa le afectará pronto si no se toman ciertas medidas”.
Su profesora de cuarto grado escribió:  “Teddy se encuentra atrasado con respecto a sus compañeros y no muestra mucho interés en la escuela. No tiene muchos amigos y en ocasiones duerme en clase”.
Ahora Mrs. Thompson se había dado cuenta del problema y estaba apenada con ella misma.  Ella comenzó a sentirse peor cuando sus alumnos le llevaron sus regalos de Navidad, envueltos con preciosos moños y papel brillante, excepto Teddy.  Su regalo estaba mal envuelto con un papel amarillento que él había tomado de una bolsa de papel.
A Mrs. Thompson le dio pánico abrir ese regalo en medio de los otros presentes.  Alguno niños comenzaron a reír cuando ella encontró un viejo brazalete y un frasco de perfume con solo un cuarto de su contenido.  Ella detuvo las burlas de los niños al exclamar lo precioso que era el brazalete mientras se lo probaba y se colocaba un poco del perfume en su muñeca.
Teddy Stoddard se quedó ese día al final de la clase el tiempo suficiente para decir:  “Mrs. Thompson, el día de hoy usted huele como solía oler mi mamá”.  Después de que el niño se fue ella lloró por lo menos una hora. Desde ese día, ella dejó de enseñarles a los niños aritmética, a leer y a escribir. En lugar de eso, comenzó a educar a los niños.
Mrs. Thompson puso atención especial en Teddy. Conforme comenzó a trabajar con él, su cerebro comenzó a revivir.  Mientras más lo apoyaba, él respondía más rápido.  Para el final del ciclo escolar, Teddy se había convertido en uno de los niños más aplicados de la clase y a pesar de su mentira de que quería a todos sus alumnos por igual, Teddy se convirtió en uno de los consentidos de la maestra. Un año después, ella encontró una nota debajo de su puerta, era de Teddy, diciéndole que ella había sido la mejor maestra que había tenido en toda su vida.
Seis años después por las mismas fechas, recibió otra nota de Teddy, ahora escribía diciéndole que había terminado la preparatoria siendo el tercero de su clase y ella seguía siendo la mejor maestra que había tenido en toda su vida.  Cuatro años después, recibió otra carta que decía que a pesar de que en ocasiones las cosas fueron muy duras, se mantuvo en la escuela y pronto se graduaría con los más altos honores.
Él le reiteró a Mrs. Thompson que seguía siendo la mejor maestra que había tenido en toda su vida y su favorita.  Cuatro años después recibió otra carta.  En esta ocasión le explicaba que después de que concluyó su carrera, decidió viajar un poco.  La carta le explicaba que ella seguía siendo la mejor maestra que había tenido y su favorita, pero ahora su nombre se había alargado un poco, la carta estaba firmada por Theodore F. Stoddard, MD.
La historia no termina aquí, existe una carta más que leer, Teddy ahora decía que había conocido a una chica con la cual iba a casarse.  Explicaba que su padre había muerto hace un par de años y le preguntaba a Mrs. Thompson si le gustaría ocupar en su boda el lugar que usualmente es reservado para la madre del novio, por supuesto Mrs.Thompson aceptó y adivinen… Ella llegó usando el viejo brazalete y se aseguró de usar el perfume que Teddy recordaba que usó su madre la ultima Navidad que pasaron juntos. Se dieron un gran abrazo y el Dr. Stoddard le susurró al oído, “Gracias Mrs.Thompson por creer en mí.  Muchas gracias por hacerme sentir importante y mostrarme que yo puedo hacer la diferencia”.  Mrs.Thompson con lágrimas en los ojos, tomó aire y dijo, “Teddy, te equivocas, tu fuiste el que me enseñó a mí que yo puedo hacer la diferencia.  No  sabía como educar hasta que te conocí.”
Nunca juzgues a una persona por la primera impresión que tengas de ella. Trata de conocerla más a fondo para que descubras todo su potencial. Al hacerlo descubrirás que siempre es más beneficioso esperar lo mejor de los demás.
Junto contigo en el camino,
Coach Alex